¡VIVIMOS EN “LA SOCIEDAD DEL CANSANCIO”! CON DEPRESIÓN, DESGASTE E HIPERACTIVIDAD…
- Diego Álvarez
- 18 mar 2019
- 4 Min. de lectura
Escrito por: Julio Carrión
La época de los virus-antibióticos, ya pasó, la etapa de enfermedades neuronales como: depresión, trastorno de límite de personalidad (TLP), síndrome de desgaste ocupacional (SDO), etc. Son el panorama patológico de nuestros tiempos.

Byung-Chul Han, escribió el libro “La sociedad del cansancio”, y otros como: “La sociedad de la transparencia”, “El enjambre”. Este autor ha pensado y mirado la sociedad más a profundidad. Con resultados impresionantes y en ocasiones indignantes, nos da una perspectiva distinta de nuestro entorno.
Violencia Neuronal, la vivimos desde el momento en que estamos en un discurso inmunológico ¿Pero cómo? Sencillo, inmunológico en el sentido de que todo queremos repelerlo. Si existe una enfermedad, inmediatamente buscamos una cura, si hay un problema, necesariamente buscamos la solución. Buscar la solución a TODO, se transmuta en un cansancio mental. Cuando ocurre esto, la otredad y extrañeza desaparecen. Esto lo vemos explícito desde el lenguaje: es paz o guerra, amigo o enemigo, defender o atacar ¿Cómo? Desde que leemos un diario, vemos las noticias o algún artículo: ¡Ayer asesinaron a dos personas! ¡Accidente deja cinco muertos y quince heridos! ¡Vicepresidente acusado de corrupción! ¡Problemas en la vía causa accidente mortal! ¿Qué tienen de usual estas noticias? Nada… Pero nada a primera vista. Tienen un factor común, todas buscan una solución, un culpable o acciones que puedan resolverlo, eso es el discurso inmunológico.
Vivimos en una sociedad dominada por lo idéntico, desde que hay influencers que visten una ropa y todos quieren hacerlo, cuando sacan un nuevo modelo de celular y todos quieren poseerlo, una nueva línea de lencería y todos quieren adquirirla, cortes de cabello, ropa, zapatos, autos, música, comida y así puedo seguir nombrando aspectos de nuestra cotidianidad que nos llevan al INFIERNO DE LO IDÉNTICO.
Más allá de la sociedad disciplinaria, recordaremos que filósofos como Foucault, ya dijeron que la sociedad se configuraba en: cárceles, escuelas, hospitales, centros comerciales, a modelo de panóptico y control. Pero eso ya no puede describir más a profundidad nuestra coyuntura, ya que ahora estamos en una SOCIEDAD DEL RENDIMIENTO ¿De qué forma? Si queremos ser deportistas, ingenieros, panaderos, cocineros, etc. queremos ser LOS MEJORES y para ello están presentes toda clase de cursos, capacitaciones, gimnasios, suplementos, fármacos. Y todo esto inicia desde una frase muy común entre los lectores: “QUERER ES PODER” El poder eleva la fase de la disciplina (antigua, como lo decía Foucault), el querer es poder es más eficiente (actual) con un plus, no es necesario que nos obliguen, nosotros simplemente lo hacemos, todos buscamos la excelencia, queremos ser grandes empresarios, nuestros propios jefes, queremos ser emprendedores de nuestro futuro. Pero… cuando no lo logramos, el cansancio nos acaba, entramos en depresión el hombre es verdugo-víctima a la vez, nos autodestruimos. Que el sujeto no esté obedeciendo a un amo, no es bueno porque hace que la libertad y la represión coincidan. Ya no es un dominio externo, es impulso de dominación interna, que si no se logra, lo conduce a la depresión. El sentimiento de libertad que produce el rendimiento y el poder, es MUCHO MÁS EFICIENTE QUE LA DISCIPLINA Y MANDATO.
El aburrimiento profundo, suena irónico que en una sociedad con acceso a internet, información, libros, estemos aburridos, pero no es un aburrimiento como el que conocemos, es uno que es casi imperceptible ¿Cómo? Que vivamos en un positividad, quiere decir que tengamos la posibilidad de acceso, creación y actividad a lo que sea (YouTube es una plataforma donde podemos aprender demasiado). Este exceso de positividad hace que tengamos un exceso de estímulos, información e impulsos. Cuando hay tanto acceso e información hace que tengamos una percepción fragmentada y dispersa de la realidad. A quienes no nos ha pasado que con tanta noticia de corrupción, leyes, enmiendas, mandatos, fechas, nombres, organizaciones, estemos un poco desentendidos de la política, no es por la complejidad, es el exceso de positividad ¿Cómo nos afecta? Primero no nos permite tener una lectura clara de lo que ocurre, genera una carga enorme de trabajo, administración y tiempo. Ejemplo: estamos estudiando, a la vez estamos tratando de ser buenos estudiantes, evitamos perder alguna materia. Eso es una regresión, porque mientras hacemos una cosa, a la vez estamos preocupados de otra.

La sociedad del cansancio, está ligada a la sociedad del dopaje ¿Pero cómo que dopaje? Fácil… tenemos fármacos ¡para todo! Energizantes, pastillas para mejorar la memoria, para quitar el dolor de cabeza, pastillas que nos mantienen más despiertos o para dormirnos; en el deporte, suplementos, vitaminas y minerales para TODO. Entonces vivimos en una paradoja, la sociedad del rendimiento sin rendimiento. Si algunos fármacos fueran permitidos en las competiciones deportivas, serían competencias de farmacéuticas. El dopaje hace que haya rendimiento sin sentimiento. Y aquí es donde experimentamos el cansancio de ver y ser visto, de oír y ser escuchado, que todo sea accesible a la vez y que no se pueda llegar a tener, todo esto cansa.
Estas son algunas de las ideas más importantes del pensamiento de Byung-Chul Han. Sentir varios de estos síntomas en nuestra cotidianidad es el resultado de un entorno que ha mutado desde la disciplina y obligación hasta el rendimiento. El cansancio es profundo y mental, nos ha llevado directo hacia un panorama de enfermedades de la psique, que son mucho más graves que los virus o las bacterias. La solución es tratar de evitar los excesos de lo idéntico, optar por la extrañeza y la otredad. Llegar a ser extraño donde todo tiende a ser igual, y lo otro de las decisiones comunes.
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